Descubrimientos y anécdotas culinarias: el Pollo Emplumado al Barro.
Para los que tienen gallinero, porque igual sale más fácil que desplumar el pollo.
(Ojo, nosotros no hemos probado esta receta –del Boletín Patagónico– pero nos tinca)
Ingredientes
Pollo tierno, sin patas ni cabeza ni vísceras, sin desplumar.
Sal a gusto
Pimienta preferentemente recién molida, a gusto
2 manzanas verdes peladas, sin semillas, en trozos grandes
1 cebolla mediana, pelada
1 limón exprimido
Barro en cantidad necesaria para cubrir
Preparación
Encienda un fuego con la leña, para hacer brasas. Mientras tanto, haga un hoyo, en la tierra, lo suficientemente grande, como para contener el pollo entero con su envoltura. Cuando tenga brasas, colóquelas en el hoyo, para calentarlo, por lo menos durante 1 hora. Coloque la fruta en el bol y rocíela con el jugo. Lave el interior del pollo, tratando de no abrirlo mucho, sin sacarle las plumas y salpimente por dentro a gusto (1 y 1/2 cuacharada sopera).
Rellene con la manzana y la cebolla y cubra integramente las plumas con el barro, formando una capa de unos 5 cm. de espesor. Retire las brasa, introduzca el pollo y cubra el hoyo con tierra. Coloque encima brasas y deje cocer unas 3 horas, como mínimo. El barro debe quedar completamente seco. Luego, retire el pollo y parta la cobertura con un golpe seco, quedará el pollo al descubierto, desplumado y cocido. Trocee y sirva.
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