Mi esposa y yo tenemos el secreto para un matrimonio feliz:
– Dos veces a la semana vamos a un restaurante y disfrutamos de una
rica comida y un buen vino.
Ella va los martes y yo, los viernes…
Hice todos los esfuerzos posibles !!
He llevado a mi mujer a varias partes del mundo.
Lo malo es que ella siempre encontrado el camino de regreso.
Le pregunte a mi mujer adonde quería ir para nuestro aniversario.
Ella me dijo:
-«A algún lugar en el que no haya estado hace mucho tiempo».
Así que le sugerí la cocina.
Con mi mujer siempre caminamos tomados de la mano.
(Si se la suelto, se va de compras).
No he discutido con mi mujer como desde hace unos 18 meses.
Es que no me gusta interrumpirla…
Mi mujer tiene una tostadora eléctrica, una freidora eléctrica, una exprimidora eléctrica, una cafetera eléctrica y una batidora eléctrica.
Un día se quejó:
– «Hay tantos electrodomésticos que ya no queda lugar para sentarse».
Así que le compre una silla eléctrica.
La última pelea fue culpa mía. Mi mujer preguntó:
– «Que hay en la tele?
Y yo le contesté:
– «Bastante polvo».
El matrimonio es la causa número uno de divorcio.
Estadísticamente el 100 por ciento de los divorcios comienza con un matrimonio.
– Sabes, querida ?: Cuando hablas me recuerdas al mar.
– ¡Que lindo, mi amor! No sabía que te conmuevo tanto.
– No me conmueves… ¡Me mareas!
Una pareja está en un restaurante. Ella le dice a él:
– Mira, el joven de la corbata roja me está sonriendo.
– Bah! Eso no es nada, la primera vez que yo te vi, me desternillé de la risa.
(Llega una señora muy gorda a un bar, al verla un borrachito le dice al otro:
– Mire compadre, ¡Un buque, hip!
En eso llega la señora y le contesta:
– ¡ Mire viejo borracho, no me ande insultando!
Y el borrachito le responde:
– ¡ Y es de guerra compadre, hip!)
Y otros no muy nuevos:
El marido le pregunta a su mujer:
– Querida, ¿Cuando me muera vas a llorar mucho?
– Claro, sabes que lloro por cualquier tontería….
– Auxilio, socorro! Amor, que llamen a los bomberooos… ¡Se quema nuestra casaaaaa!
– Shhhh!… Silencio, mi amor, ya llamé, pero no grites tanto. ¿Qué necesidad hay de despertar a tu madre?
Una pareja de esposos discutía acaloradamente en la calle:
Él: ¡Te voy a demostrar que no vales nada!
El señor hace señas a un taxista que se detiene frente a ellos.
Él: ¿Cuánto me cobra hasta el aeropuerto?
Taxista: Hasta allí,… unos 15000 pesos.
Él: ¿Y con mi mujer?
Taxista: Lo mismo.
Él: Ya ves querida, ¡No vales nada!
El marido en el lecho de muerte:
– Sonia, prométeme que cuando me muera te casaras con Antonio.
– Pero, ¡Si es tu peor enemigo!, lo odias a muerte!, le prometiste hacerle su vida imposible!
– Pues por eso, ¡Para vengarme!
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